Por Rosa Elena Alvarado
Hoy se cumplen cuatro meses de que el queridísimo escritor, poeta y luchador social Mario Benedetti partió, tal vez al encuentro de su Luz, tal vez con la idea de reencontrarse con sus viejos amigos, los que se le adelantaron y sin los que poco a poco la vida dejo para él de tener sentido, ó para seguir creando allá desde otra frontera. Se fue físicamente pero nos dejó un legado que lo mantendrá vivo para siempre. Ícono en la literatura contemporánea ha sido fuente de inspiración permanente para el mundo de habla hispana en éste y en otros continentes. Su lucha social estuvo siempre en su vida, lucha en el exilio, sin tregua, siempre comprometido. 88 años toda una vida, llena de testimonios a su paso, testimonios que han dejado profunda huella en el mundo, y a una de ellas me remito para recordar a ese ser lleno de alegría que se fue tan discreto, como todo lo que siempre hacía.
TE QUIERO
Mario Benedetti
Tus manos son mi caricia,
mis acordes cotidianos;
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia.
Si te quiero es porque sos
mi amor, mi cómplice, y todo.
Y en la calle codo a codo
Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.
Tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada;
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro.
Tu boca que es tuya y mía,
Tu boca no se equivoca;
te quiero por que tu boca
sabe gritar rebeldía.
Si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo.
Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.
Y por tu rostro sincero.
Y tu paso vagabundo.
Y tu llanto por el mundo.
Porque sos pueblo te quiero.
Y porque amor no es aurora,
ni cándida moraleja,
y porque somos pareja
que sabe que no está sola.
Te quiero en mi paraíso;
es decir, que en mi país
la gente vive feliz
aunque no tenga permiso.
Si te quiero es por que sos
mi amor, mi cómplice y todo.
Y en la calle codo a codo
Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.
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